- Un día, un joven pasa por una calle, coincide con una mujer, la mira, se vuelve, sigue su camino. No conoce a esa mujer que tiene placeres, penas y amores de los que no forma parte. Él no existe para ella, y, quizá, si le hablara, se burlaría de él como ella lo había hecho conmigo. Transcurren semanas, meses, años, y, de repente, cuando cada cual ha seguido su destino dentro de un orden distinto, la lógica del azar los coloca de nuevo uno frente al otro. Aquella mujer se convierte en el amante de aquel hombre, y lo ama ¿Como? ¿Por qué? Las dos exisencias forman una sola; apenas existe la intimidad, que les parece que ha existido siempre, y todo lo anterior se borra de la memoria de los dos amantes. Resulta curioso, confesémoslo. -