16 déc. 2008

Porque me has defraudado como defrauda la religión, a aquel hombre muerto de hambre que implora por su salvación. Porque la verdad que esto no existe, me marea tu interés, me da nauseas tu inocencia. Reiría hasta morirme de tu estúpida postura, tus palabras están tan vacías de cordura, y aunque creas que sos el rey de la jungla, sos tan solo un plebeyo de esta cuidad inmunda. Crees poder manejar el problema pero tus títeres están solos y sin cabeza. De este juego de azar las fichas han caído robando tu puesto. Ya no sos bien recibido, vuela con tu nido para otro lugar.